jueves, 30 de abril de 2015

Crisis de un colapso nervioso

El desenfreno de mis pensamientos y sentimientos, la dependencia de personas que envuelven tu sentir, la lejanía de aquellas que te hacen daño. La instancia en la que te encuentras solo sin nadie más que tu y el tu no basta. La crisis de un colapso nervioso y ansioso. La adicción a recordar el pasado y el placer del daño. Un placer que pocos entienden y que es mejor así porque no deseo que nadie lo disfrute tanto como yo, porque ciertamente, el daño no es bueno.

Sentido, egoísmo

¿Cómo se sobrevive sabiendo que no sabes nada? Es difícil levantarse sintiendo angustia sin claridad, angustia que días se esconde bien con drogas y cosas triviales pero que a veces me mata en vida y me vuelve loca, alucinando y perdiéndome en lo banal del cuerpo humano, un cuerpo sin alma que no conoce nada y desconoce todo, un cuerpo que no entiende los porqué. Malditos e infernales por qué, a dónde te llevan? Te llevan a ese lugar que nadie quiere llegar, a la incertidumbre y a un por qué tan profundo que no tiene salida y te atrapa, te devora y te maltrata. Es increíble que evitando es como vivimos siempre, nadie se cuestiona, solo se hace y se simplifica con inventos religiosos o cósmicos astrales. Y es que todos temen lo mismo, algo peor a la muerte y eso es saber que no sabes nada, que vives sin un fin real, vives por vivir y es eso mismo lo que a mi se me hace tan difícil. Es acaso que nada tiene sentido? Que solo el egoísmo nos hace vivir? Hay que agradecerle entonces al egoísmo ya que sin él la locura caería sobre nosotros y la insignificancia de la vida nos perseguiría día tras día.

martes, 14 de abril de 2015

Fragmento de un desahogo existencial.

(...) Cuál será el fin de todo esto, hasta dónde somos capaces de llegar, en qué momento la inteligencia se volvió un defecto capaz de destruirnos poco a poco. La distopía se hizo real y pareciera jamás terminar ya que es más fuerte que cualquier ideal y movimiento, es más fuerte que cualquier gravedad en el universo. Quién diría que seres tan mortales serían capaces de ser tan fuertes a la hora de la destrucción masiva de almas y pureza. Y es que no se trata de ir en busca del ser perfecto sino de que no somos capaces de darnos cuenta de nuestros defectos, a los cuales nos arraigamos fuertemente como si fuera lo más natura. Es triste, es curioso y a la vez, es irónicamente alentador. (...)